Con fines como evitar obstaculos y agarrar objetos, este robot conducirá al desarrollo de una informática similar a la del cerebro.
Por: Rafael Moreta
Un equipo de investigadores de la Universidad de Tianjin y la Universidad Meridional de Ciencia y Tecnología ha dado un paso audaz en la integración de la biología y la robótica, al crear un robot que funciona con un «cerebro» artificial desarrollado a partir de células madre pluripotentes humanas.
Han desarrollado una tecnología denominada ‘brain-on-chip’ para entrenar al robot en cuestión para que lleve a cabo tareas como evitar obstáculos y agarrar objetos.
Esta tecnología es una rama emergente de las interfaces cerebro-ordenador, campo cuyo objetivo es combinar las señales eléctricas del cerebro con la potencia informática externa, y que el país asiático ha convertido en una prioridad.
Según sus creadores, el robot es el «primer sistema inteligente de interacción de información compleja ‘brain-on-chip’ de código abierto del mundo» y podría conducir al desarrollo de una informática similar a la del cerebro.
Este robot con un organoide cerebral cultivado in vitro, acoplado a un chip de electrodos y conectado a través de una interfaz neural, no solo puede mover sus extremidades, sino que también puede evitar obstáculos y agarrar objetos, demostrando capacidades que imitan algunas funciones del cerebro biológico.
Pero el experimento no se detiene allí: los científicos, como explican en su reciente artículo publicado en la revista Brain de Oxford University Press, están explorando el uso de ultrasonidos de baja intensidad para mejorar el desarrollo e integración de los organoides cerebrales, lo que podría abrir nuevas vías para el tratamiento de trastornos del neurodesarrollo y la reparación de daños cerebrales.
Sin embargo, es importante mantener una perspectiva realista. Por muy sugerentes que sean las imágenes proporcionadas por los investigadores y reproducidas por muchos medios de comunicación, como señala