En lo que va de año, el oro se ha revalorizado más del 50% y se encamina a cerrar su mejor ejercicio desde 1979.

Por: Rafael Moreta

El precio del oro, considerado históricamente como un activo refugio en tiempos de incertidumbre, ha superado por primera vez los 4.000$ por onza.

El precio del metal ha subido más del 50% en lo que va corrido de 2025, arrastrando consigo a otros commodities como la plata, que también cotiza en máximo histórico. La incertidumbre global y la expectativa por posibles descensos adicionales en las tasas de interés en Estados Unidos han sido terreno fértil para un repunte que parece no tener techo.

En declaraciones a EFE, el director de Análisis de Renta Variable de Singular Bank, Nicolás López, ha explicado que la fuerte subida del oro se ve impulsada por la compra de los bancos centrales, en particular los de mercados emergentes, que están reduciendo el peso de sus reservas en dólares.

El director de inversiones en Mutualidad de la Abogacía, Pedro del Pozo, también ha destacado que el oro, y en general los metales preciosos, «están teniendo un auténtico boom». En su opinión, su alza refleja el miedo a la guerra arancelaria, a la guerra de Ucrania o al conflicto de Gaza.

El oro no da intereses como los bonos gubernamentales, ni dividendos como algunas acciones. Sin embargo, puede considerarse uno de los activos favoritos en el portafolio de cualquier inversionista. Su cotización ha subido un 52% en lo que va de año, tras haber ganado un 27% en 2024.

Junto con la plata, otro metal precioso, es una de las inversiones con mejor rendimiento en 2025, incluso mejor que las acciones en un mercado bursátil muy dinámico o que el Bitcoin, que ha roto varios máximos históricos este año.

No todos ganan

Al tiempo que llenan los bolsillos de algunos, los precios récord del oro también han dejado al metal precioso fuera del alcance de muchos compradores de clase media, reduciendo drásticamente la demanda de joyería.

Los pequeños orfebres de la ciudad de Ahmedabad, en el oeste de la India, dijeron están sintiendo el impacto del repunte, que ha ahuyentado a los clientes y ha dejado a los talleres en dificultades para operar.

«A medida que el precio del oro ha subido, las ventas han disminuido drásticamente, nadie compra… hay muy pocos clientes«, declaró el orfebre Mohamad Nisar Ali, quien lleva tres décadas en el oficio.

Pero también hay quienes no pierden la esperanza. En Yakarta, decenas de clientes acudieron este jueves en masa a una tienda de oro en la capital de Indonesia para comprar el metal, pues creen que es probable que los precios sigan subiendo.