Por Rubén Coronel
Caracas, 20 octubre 2025. En medio de una economía desafiante y una sociedad marcada por la desigualdad, las empresas caraqueñas están apostando por algo más que rentabilidad: están invirtiendo en el bienestar colectivo. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en una estrategia clave para generar impacto positivo en las comunidades de la capital venezolana.
Desde programas de nutrición infantil hasta iniciativas de educación digital, las empresas están rediseñando su rol en la ciudad. “Ya no se trata solo de donar, sino de construir soluciones sostenibles”, afirma Mariana Rodríguez, directora de impacto social en una firma tecnológica local.
Caracas como laboratorio de innovación social
En sectores como Chacao, El Hatillo y Baruta, se multiplican los proyectos de RSE que involucran alianzas entre empresas, ONG y universidades. El reciente *Simposio de RSE y Sostenibilidad 2024*, organizado por VenAmCham, reunió a más de 300 líderes empresariales para discutir cómo pasar “de la intención a la práctica”.
Empresas como Banesco, Empresas Polar y startups emergentes están liderando el cambio. Sus programas abarcan desde apoyo a emprendedores hasta voluntariado corporativo en zonas vulnerables como Petare y La Vega.
Más allá del marketing: impacto real
La RSE en Caracas ya no es solo una estrategia reputacional. En un país donde el Estado ha cedido terreno en servicios básicos, las empresas están llenando vacíos críticos. “La comunidad nos ve como aliados, no como entes ajenos”, comenta José Luis Méndez, gerente de sostenibilidad de una empresa de alimentos.
Los resultados son tangibles: mejoras en infraestructura escolar, acceso a internet en zonas populares, y capacitación laboral para jóvenes en riesgo. Aunque los desafíos persisten —inflación, inseguridad, migración— el compromiso empresarial está generando esperanza.
¿El nuevo rostro del liderazgo empresarial?
La RSE en Caracas está redefiniendo el liderazgo corporativo. Ya no basta con generar empleo: se exige sensibilidad social, visión a largo plazo y capacidad de adaptación. En palabras de la economista Laura Paredes, “las empresas que sobreviven son las que entienden que su éxito depende del bienestar de su entorno”.